Tras enfrentar abusos de poder y violaciones al estado de derecho, entre otros atropellos, encabezados éstos por empresarios y hasta presidentes de la República, Napoleón Gómez Urrutia salió avante en su lucha en pro de los derechos de los mineros del país, y todo ese proceso lo da a conocer en su libro El Triunfo de la Dignidad. 

El Senador y líder del Sindicato Minero Metalúrgico de la República Mexicana dijo que recibió 11 acusaciones y órdenes de aprehensión por los mismos hechos, con lo que se violó la constitución política de México hasta los presidentes del país, ya que nadie puede ser acusado dos veces por los mismos hechos, señaló en su intervención en la presentación de su segundo libro, la cual se llevó a cabo en el museo MARCO, ubicado en Monterrey.  

Indicó que empresarios mineros gastaron miles de dólares en una campaña sucia en su contra.    

Gómez calificó de avariciosos y corruptos a Germán Larrea, de Grupo México; Alberto Bailléres, de Grupo Peñoles; y Alonso Ancira, de Altos Hornos de México (AHMSA).  

Tachó la corrupción y abusos de poder que enfrentó por parte de presidentes de la república, jueces, magistrados y reconocidos despachos de abogados.  

“Uno de nuestros abogados nos traicionó”, recordó el líder sindical minero.  

En este punto, el periodista Ramón Alberto Garza, dijo ser testigo del cambio de rumbo hacia Napoleón.  
“Yo la viví desde adentro de Los Pinos, como un Vicente Fox inicialmente y completamente amistoso y tendiéndole la mano a Napoleón Gómez Urrutia, cambió radicalmente su posición”, afirmó Garza.  

Agregó que Larrea, Bailléres y Ancira aparecen en publicaciones entre los empresarios más multimillonarios de México, cuyas riquezas son usufructuadas de las concesiones mineras, mientras que en Estados Unidos de las 10 fortunas más importantes ninguna proviene de los intereses de la minería.  

En su intervención, la periodista Sanjuana Martínez, indicó que en el libro Napoleón defiende la soberanía energética, y denuncia que la minería en México está en manos de un grupo minoritario de empresarios, a los cuales no les interesa el bienestar de sus trabajadores ni el cuidado de los recursos naturales.    

Gómez Urrutia dijo que con las concesiones otorgadas se genera un mercado paralelo de compraventa ya que el empresario minero no regresa la tierra y la convierte en ranchos, centros de desarrollo habitacionales, casinos, entre otros.   

Además, calificó de burla lo que paga el empresario por el derecho de explotación, que es de $5.7 pesos por hectárea.    

Gómez Urrutia recordó que por su lucha contra empresarios que buscaron a toda costa destruir el sindicato minero y el cual defendía los derechos de los mineros, las condiciones laborales, y buscaba construir una mentalidad empresarial más comprometida y más decente, estuvo 12 años exiliado en Canadá.   

La batalla que encabezada Napoleón por los derechos y la justicia laboral en el sector minero fue apoyada y solidaridad internacional de países de Europa, Norteamérica, Latinoamérica, Asia y África, asimismo por la lealtad, unidad y fuerza de los trabajadores mineros del país, plasma en su libro el también legislador.   

Afirmó que la dignidad es el valor más importante del ser humano, ya que sin ella a las personas las humillan, ofenden y lastiman.  

El Triunfo de la Dignidad es su segundo libro, cuya presentación fue encabezada por los periodistas Sanjuana Martínez y Ramón Alberto Garza, la Senadora Indira Kempis, así como por Abraham Nuncio, de la UANL.
A este libro le antecede El Colapso de la Dignidad.  

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