En el Partido Revolucionario Institucional en Nuevo León estimamos que deben ponderarse las medidas de prevención y protección para evitar más contagios de COVID-19 y sus variantes, pero a la vez avanzar en la recuperación de las actividades cotidianas.
Particularmente debe tenerse en cuenta la petición que hacen padres de familia de un regreso seguro a clases en la educación básica y media, partiendo sobre todo del hecho de que los docentes ya han sido vacunados.
“En este sentido creemos viable considerar un modelo híbrido que garantice actividades presenciales sin aglomeraciones. Debe optarse por protocolos claros que seguramente serán bien asimilados por los niños que siempre aprenden y aplican lo aprendido”, señaló José Luis Garza Ochoa, Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI.
Desde luego se debe garantizar la mayor certeza de los padres de familia y por ello, el retorno presencial será voluntario para así también proteger a integrantes de la familia que requieren de cuidados especiales.
Para reanudar las actividades educativas presenciales se debe garantizar que los planteles escolares estén en condiciones óptimas para la seguridad de la comunidad escolar, en este sentido se propone establecer una comisión especial de vigilancia para verificar la condición de los planteles escolares.
“Lo que proponemos es que ésta comisión esté conformada por la Secretaría de Educación y la Secretaría de Salud del Estado, así como Diputados ya que son quienes representa a la población en el Congreso Local, además de la Sociedad de Padres de Familia”, puntualizó Garza Ochoa.
En el PRI estamos con los padres de familia por un regreso a clases presenciales, seguro, confiable y preventivo. Y sobre todo apegado a la crisis económica que se enfrenta a causa de esta pandemia, por lo que, por último, proponemos que el uso de uniformes no debe ser obligatorio.